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martes, 21 de julio de 2009

Cronica Transmonegrina Grañen

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Domingo 19 de julio

Una vez mas, esta vez en Grañen, nos presentábamos Rita, Pasqui y el que escribe dispuestos a pasar otra entretenida jornada betetera.
A dos de nosotros, ya nos toca como premio un estupendo maillot por habernos inscrito y participado en al menos 4 de las 7 pruebas en que este año se reparte la Transmonegrina.
En esta ocasión la recogida de dorsales se hace esperar. Por algún motivo que desconozco, la entrega de los mismos va mas lenta de lo normal y la salida en lugar de comenzar a las 8:30 tiene lugar pasadas las 9:10
Las vacaciones a pesar de la crisis, han rebajado un poco el nivel de participación comparándolo con las primeras, pero creo que estábamos en esta ocasión unos 140, que esta muy bien. Por cierto aquí nos encontramos con Pascu que va acompañado por algunos amigos.

La subida al Mobache desde Marcén, creo que nos pilla un poco desprevenidos con cerca de 4 kilómetros y es una pena no haber podido visitar desde este pueblo el Yacimiento musulmán de las Cias. Las vistas desde este tozal del Mobache son magnificas y casi puede adivinarse desde aquí La Gabarda en Alberuela de Tubo.

Tras el avituallamiento, en el que cabe destacar una buenísima sandía bien fresquita, saludamos a viejos conocidos de otros grupos y comenzamos la bajada que nos llevara hasta Uson y en amplio rodeo, entre llaneos, numerosos toboganes y falsos llanos hasta Fraella y al segundo avituallamiento. Rita llega a este bastante dolorida, se le han subido ¿las dos bolas?, creo que esto solo nos pasaba a los hombres y quisiera agradecer desde aquí, el apoyo prestado por Raúl del club ciclista Santa Isabel, que en esos duros momentos se ha quedado atrás con ella, apoyándola y dándole ánimos.

Tras este último avituallamiento a 8 Km de la meta, en el que me jalo de nuevo unas buenísimas rodajas de sandia y un Red Bull a última hora y a pesar de no salir tampoco los primeros, Pasqui y yo vamos adelantando puestos, uno tras otro. Este Red Bull me ha dado "alas", unas alas lo suficientemente grandes para llevar a Pasqui detrás de mí hasta los primeros puestos de cabeza.

Creo que estamos un grupo de seis y se va tirando fuerte, yo me encuentro muy bien y mi ritmo de pedaleo es muy bueno, Pasqui sigue pegado a mí. El que va primero se le nota que va forzado, no sé cuanto aguantara digo entre mí, pero en un determinado momento empieza a tirar mas fuerte, alguno de atrás no puede seguir el ritmo, quedamos cuatro.
Que emoción esto parece casi una compi. Ya estamos muy cerca del pueblo, aguanta, aguanta no pases, espera el momento. Cachis, Pasqui no me lee el pensamiento y empieza a tirar. El que iba primero no puede seguir el ritmo y nos quedamos solos los tres, creo que estamos a menos de 2 kilómetros. El de delante de mí va muy bien, es muy joven y sigo pensando por dentro que Pasqui ha salido demasiado pronto.

Llegamos los tres sin rivales por detrás a meta, levantando los brazos y con la gente aplaudiendo como en las grandes carreras. ¡Que momento!

Es una cicloturista, pero la alegría de Pasqui llegando al pueblo de su padre en segundo lugar y de la manera tan emocionante en que se han desarrollado esos últimos kilómetros, no se olvida fácilmente.

Una duchita en las piscinas, jarrita de rigor y a comernos, esta vez a cubierto y pudiendo repetir, un plato de pasta y sandia de postre al ladito de los organizadores, que ya están pensado en la Transmonegrina 2010.

Como todo en esta vida, no todo el camino es de rosas. Una llamada telefónica muy insistente en las duchas, me comunicaba que un amigo de la infancia, adolescencia y por casualidades de la vida o del destino también de la madurez, fallecía de un infarto con 48 años.
¡Descansa en paz José Luis!