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lunes, 9 de noviembre de 2009

Montes Blancos Agua y Barro

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Domingo 08 de Noviembre

La mañana de ayer al final, resulto un tango aciaga por la lluvia y el barro. Lo primero agradeceros a todos vuestra valentía, en especial a los recién llegados, Eduardinor, Volgo y Jesus, ya que desde el día anterior, los gurús del tiempo no anunciaban nada bueno, aunque no tan temprano.

Una ruta que no presentaba grandes dificultades, se nos atragantó a todos de vuelta hacia Alfajarín, en un tramo muy concreto de bajada, que si no fuera por el barro que se iba acumulando en el cuadro, parecía mas una pista de patinaje que un camino de tierra. Menos mal que nos pusimos los chubas, porque empezó a caer más y más agua y esta picaba realmente en la cara. Las caídas se multiplicaron, creo que por lo menos fueron cinco, afortunadamente ninguna de consideración, aunque por lo visto la de Eduadinor si que debió de ser aparatosa, porque salió por delante de su burra y Juan Carlos emulando a Maradona, se tiro también a la piscina.

Pasado este tramo, decido en marcha saltarnos balsa salada, un lugar muy apropiado para tomarnos las barritas, pero la entrada parecía también un barrizal y con bastante kuiki en algunas curvas, llegamos a Alfajarín. Un rápido refrigerio para no quedarnos fríos y decidimos entre todos que lo mejor será volver por carretera. Es una pena, porque la escasa parte de pinar de esta ruta, con el tramo mas bonito, se encuentra precisamente por esta zona, pero sigue lloviznando, así que emprendemos la marcha de regreso.

La vuelta no tiene perdida, pista asfaltada hasta Zaragoza, pero sin darnos cuenta empezamos a tirar por delante y el grupo se separa enormemente. Lo siento, asumo toda la culpa.

En fin, que llegamos al Al-Cantara y las ganas de tomar una jarra charrando un ratico, se queda por encima de la sensatez, que recomienda no parar estando mojados y seguir directamente a casa a darte una ducha caliente.

Cada vez llueve con más ganas, pero hay que volver a casa, así que todos excepto Sherpa y yo que nos quedamos con Richo, empiezan a rodar de nuevo una escena de "Ciclando bajo la lluvia". Ricardo, que siempre esta ahí cuando lo necesitas, se ofrece a llevarnos a casa en su coche y claro en esas condiciones no estábamos tampoco para pensarlo mucho.

"La mezcla del agua y el barro, le dan a este deporte ese toque de riesgo y de aventura que otros deportes no te pueden dar."

Hasta otra.