Ya tenia yo ganas de volver a subir el Montañes, pobre de mi hacia mucho que no lo subia y ya no me acordaba, y en el cementerio que nos presentamos seis amigos a reventarlo, o él a nosotros.
La mañana prometia despues de una semana con un viento terrible en ocasiones, aparecio despejada y sin brisa siquiera asi que a la hora prevista mas o menos salimos hacia el destino.
Las primeras pedaladas por el tiro de bola ya dejaron claro que el de siempre se iba quedando pero esto se fue agravando segun nos acercabamos al temido repecho y las subidas se sucedian.
Cuando llegamos pocas sorpresas, tan duro como siempre o mas, quizas por los años, y todos a recorrer a pie los empinados hectometros hasta arriba.
La bajada no fue tan rapida como deseabamos pues se levanto un poco de viento de frente y ralentizo la marcha presentandonos a las once en Botorrita donde dimos cuenta de un frugal temtenpie, por favor no mirar las fotos.
La vuelta por las vias del tren hasta Maria y por el camino habitual mas o menos mas rapida de lo que alguno hubieramos querido pero bueno que le vamos a hacer, por suerte no nos llegamos a mojar.
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