Gelsa de Ebro Velilla de Ebro Alborge

Autor: Ernesto Gavara

Sábado 27 de Noviembre

7 ciclistas nos acercamos la mañana del sábado hasta Gelsa para hacer un recorrido por el entorno del río Ebro y su historia.
Mañana gélida, mas propia de final de Diciembre pero que aunque al principio íbamos helados, poco a poco nos íbamos calentando dándole a los pedales llegando el punto culminante de dicho calentamiento en las rampas de subida a la ermita de la virgen de Montler, desde donde hay unas panorámicas excelentes del río Ebro a su paso por Alborge, Sástago y Cinco Olivas, máxime en un día tan despejado.
El descenso espectacular, por una zona aérea, con los meandros del Ebro a la derecha y pared rocosa a la izquierda, por un camino en el que a duras penas caben dos bicicletas y dominando el paisaje en su parte final el caracteríistico puente de hierro de la localidad de Sástago. En este tramo solo reseñar un pinchazo de Ivan, seguramente por llantazo en algún pedrusco, bajando a toda pastilla, intentando seguir a la Genius de Patxi.
Llegados al puente... sendero, o trazas de ello, monte arriba otra vez, esta vez tenemos que echarnos la bici al hombro en algunos tramos y dado que se "complica"un poco el track, se hacen dos grupos, uno que tira hacia un lado y Miguelon y yo que decidimos seguir un poco mas el senderico a ver si nos lleva al punto que queremos o no. Al final vuelta pa tras y decidimos salir a la carretera por la zona conocida como el Tambor, que es una antigua atalaya de planta circular y cuerpo cilíndrico que se usaba para vigilar los caminos, campos y pasos de ganados trashumantes, para llegar a el mirador de los Meandros donde nos están esperando los demás. Aquí echamos un bocado y dada la hora, decidimos democráticamente acortar un poco la vuelta.
Esta la hacemos en parte por la antigua calzada romana de la Vía Augusta, que enlazaba estos pueblos del valle del Ebro con el Mediterraneo, estos son los km. que mas pesados se hacen y menos mal que no corre aire, por que si no en estas llanuras lo hubiéramos pasado bastante mal, de pronto vemos tres corzos corriendo a toda pastilla y que casi nos cruzamos, nos quedamos atónitos y a lo que sacamos las cámaras de fotos ya casi no se ven. Así china chano unos dando caña y otros "charrando"distendidamente, nos plantamos en Velilla de Ebro donde Jesus alias Eloco repara otro pinchazo y visitamos la antigua colonia romana de Celsa Lepida, fotos de rigor y vuelta a Gelsa donde disfrutamos en el casino del lugar unas birras y unos platicos de sepia para ir abriendo boca hasta llegar a Zaragoza.
En resumen una salida de 10, por el entorno y por el buen rollo reinante. Para repetir.